Un grito de dolor ahogado desgarra mi garganta y se alza hacia la noche eterna...
Ojalá los abrazos pudiesen cruzar el mar y no existieran fronteras que separasen a las personas.
Ojalá el cielo fuera siempre azul.
Ojalá las lágrimas sirvieran para algo.
Ojalá los sentimientos se fueran tan fácil como han venido.
Lucha por lo que crees, y no dejes que nadie te diga quién eres.
Pequeños dramas maricas cotidianos
Hace 10 años