jueves, 27 de agosto de 2009

Lo importante no es cómo amas, sino a quién amas

Es curioso que yo diga esto, que dejé de creer el amor en una temporada, pero es sorprendente que desde la última vez que escribí mi vida haya cambiado...
Y no sé si ha cambiado para mejor, peor, igual, o qué. Pero ha cambiado. Solo eso. Y me conformo con ello.

Y sí, piensas que eres inmune a todo, que vives en tu pompa, y te das cuenta que no, que pese a que sigues siendo un jodido cabrón de mierda, que sabes lo que haces y lo haces a sabiendas, tienes también un jodido corazón que no hace más que dar la lata... Y claro, toca cuestionarse cosas.

Pero esta entrada no es para hablar del corazón, ni de sentimientos, ni de nada de eso. Es para hablar de una forma de vida, un nuevo camino que recorrer, una nueva vía que seguir.
Me gustaría poder aplicarme la filosofía de vida que intento dar a los demás, la posiblemente mejor, la que me gustaría para que mi mundo,mis amigos, sean más felices. Pero no tiendo a pensar en mi mismo
¿Por qué?
Porque no quiero.
Porque es duro cuestionarte una y otra vez cosas que sabes que están perdidas, que no hay nada más que lo puramente real, y la realidad es así. Porque no sé como seguirá mi vida, como será mañana o pasado. Y ¿qué hago? Pues a vivir el presente.
Claro que sí.
Pero entonces viene ese Alberto, el idealista, el romanticón, el que escribía poesías y decía " yo siempre te trataré bien y te querré"
y se da cuenta nuestro gran cabrón de que ese Alberto debería estar sepultado, sí, bajo una gran capa de miedo e incomprensión, y que debería quedarse ahí calladito. Porque esta mejor a dos metros bajo tierra, la sociedad no te va a entender, al fin y al cabo.
A follar, y a callar.

¿Veis? Un gran gran cabrón.
Un cabrón, por desgracia, con sentimientos.



Vaya mierda de entrada. Pero al fin y al cabo es como soy, y a quién no le guste que no mire. Como tantas veces he dicho. Por lo menos me aplico alguno de mis ideales.




Ah! Por cierto, y por si alguién lo lee y quiere saber lo que significa el título de la entrada, que se limite a preguntarlo, y si realmente ese alguien vale la pena, se lo diré. Para que me conozca un poco mejor, solo eso.



Vaya desvarios que tengo yo a las 3 de la mañana...