miércoles, 28 de enero de 2009

FUCKED

Anda y que le peten a Netter y Gray.

Hay dias en los que intentas nadar hacia arriba....hasta que te cae una ballena encima y te hundes.



Ale, pues primer examen oficial de la Universidad...


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Leave me alone with my own darkness...................................





Hoy me permito una excepción a mis acostumbradas reglas.
Pero me levantaré, malherido y roto por dentro, y brillaré con una luz más intensa aún.
Si la vida es dura...yo lo soy más.

viernes, 23 de enero de 2009

...Consejos para una vida mejor...


" He aprendido que nadie es perfecto hasta que no te enamoras.
He aprendido que la vida es dura... pero yo lo soy más!!
He aprendido que las oportunidades no se pierden nunca: las que tu dejas marchar las aprovecha otro.
He aprendido que cuando siembras rencor y amargura la felicidad se va a otra parte.
He aprendido que necesitaría usar siempre palabras buenas porque mañana quizás se tienen que tragar.
He aprendido que una sonrisa es un modo económico para mejorar tu aspecto.
He aprendido que no puedo elegir como me siento, pero siempre puedo hacer algo.
He aprendido que cuandotu hijo recién nacido tiene tu dedo en su puñito, te tiene enganchado a la vida.
He aprendido que todos quieren vivir en la cima de la montaña, pero toda la felicidad pasa mientras la escalas.
He aprendido que se necesita gozar del viaje y no pensar sólo en la meta.
He aprendido que es mejor dar consejos sólo en dos circunstancias: cuando son pedidos ycuando de ello depende la vida.
He aprendido que cuanto menos tiempo derrocho, más cosas hago. "




Esta entrada me vino en un correo, y decidí que era perfecta para incluirla en mi blog.

Os la dedico a los que pensais en abandonar...
a los que pensais que la vida no es justa....
a los que pensais que la distancia es un obstáculo....
a los que pensais que los amigos no están ahí....

En fin, os la dedico a mis 4 parroquianas del blog: Anuxa, Ana Alonso, Carmenxu y Vero. Por y para vosotras.
Sed las flores que mantienen su brillo en los dias nublados.









...Aunque mi vista se nuble y se borren mis recuerdos....



martes, 20 de enero de 2009

No tenia por mas que ponerlo en el blog.

Me acaba de decir una persona que iba a imprimirse mi ultima entrada e iba a ponersela en el corcho para leerla cada día.

Una persona que conozco desde hace poco tiempo y que me ha dado razones para sentirla como amiga.

Sé que es una tontería y que Ana y Carmen son fieles lectoras mías, lo que agradezco mucho (tb a una chica argentina llamada Mel que es seguidora mía^^)
Pero esto me ha impresionado tantísimo....


Me ha recorrido un escalofrío por la espalda...



Siento que mi entrada no sea tan filosófica como lo suelen ser las otras, pero a cambio os dejo una gotita de sabiduría terrenal ;)

"Un guerrero de la luz siempre hace algo fuera de lo común.
Puede bailar en la calle mientras se dirige al trabajo, mirar los ojos de un desconocido y hablar de amor a primera vista, defender una idea que puede parecer ridícula. Los guerreros de la luz se permiten tales días.
No tiene miedo de llorar por antiguas penas, ni de alegrarse por nuevos descubrimientos. Cuando siente que llegó el momento, lo abandona todo y parte hacia su aventura tan soñada. Cuando entiende que está al límite de su resistencia, sale del combate, sin culparse por haber hecho alguna locura inesperada.
Un guerrero no pasa sus días inentando representar el papel que los otros escogieron para él."

Paulo Coehlo, Manual del Guerrero de la Luz




Seguid robando sonrisas

Nadie dijo que fuera a ser fácil...

Exactamente, nadie dijo que fuera fácil.

Nadie te advirtió sobre sus peligros.
Nadie te dijo que iba a ser un camino de rosas. Pero lo sabías. Aunque no te dieras cuenta que las rosas tienen espinas.


Esto es una entrada sobre la motivación, sobre el aliento que nos ayuda a vivir cada día y a sacar lo mejor de nosotros en cada momento.

Esta noche he leído un nick que me dejó marcado antes, pero hoy sé su significado. Lo pongo con permiso de su autora:


"Será Blanco, Y Ha Medida Que Pasen Las Horas...Lo Irás Pintando"

No voy a dar su significado, por supuesto, cada uno ha de sacar sus propias conclusiones frente a esto.




Solo se que hoy en día, y a mi alrededor, hay gente que llora lágrimas de sangre.
Y esto no se puede permitir.

Cada mañana hay que levantarse con una sonrisa en la cara y unos ojos que digan "Yo puedo, porque yo quiero poder"
No tienes por qué, por supuesto, es más fácil repanchingarte en tu sofá y pensar lo asquerosa que es la vida y lo mal que lo pasas, el que cada día no vale nada y que tu existencia en este planeta es vana.

Pero mira hacia atrás. La gente que está a tu lado.
Dedícales una sonrisa.
Dales un abrazo.
Haz que se sientan mejor.
Cura tu dolor con el alivio del otro.
Y ten por siempre tras los ojos las ganas de vivir y de ser más, pero no como ser un gran ejecutivo o un gran banquero. No te equivoques. Eso no vale. Sé una gran persona.


Pinta tu lienzo cada mañana con los colores más lindos que encuentres.











VIVE, Ladrón de Sonrisas...

lunes, 19 de enero de 2009

Sonrisas robadas...

Hoy vuelvo a escribir.

Hoy he recuperado la ilusión.
Hoy he hecho sonreir a una persona.

Lo prometido es deuda...

Retazos de una vida


Capitulo Primero

Mientras corría sintió el golpe del viento en la cara. No sentía frío. Mientras pudiera correr, pensó, ¿qué importaba un poco de frío si podía disfrutar libremente?
Paró y estornudó.
No importaba.

Vio un pájaro a lo lejos y corrió hacia él. Le miró mientras volaba y descubrió la gama de colores que se escondían bajo sus alas. Le gustaría ser igual. Volar. Y saltó.

Al caerse sintió dolor.

Escocía.

Escocía mucho.

Llorando llamó a su madre. Ella vino y con infinita paciencia y amor le limpió la herida de la rodilla y le habló al oído. Sus palabras le reconfortaban y sintió que ya no le dolía tanto. Se despidió de su madre y siguió corriendo.

De repente, miró al cielo, y vio unas nubes negruzcas que anunciaban lluvia. Inspiró y le dio de lleno el olor a tierra mojada. Corrió junto a su madre y se abrazo a ella.


Capítulo segundo

Salió de su casa como cada día, expectante. El sol le daba en la cara, cerró los ojos y entonces sintió la sensación de calor le llenaba de luz el alma, mientras respiraba aire profundamente. Era un bonito día de primavera.


Con el tiempo había aprendido a valorar esos pequeños momento en los que la felicidad era simplemente creada por un rayo de sol, el sentir el viento fresco en la cara o el olor del perfume de una persona al pasar. Había descubierto que la felicidad muchas veces se encontraba en esas pequeñas cosas en las que la gente normal no reparaba, y que quizá por ignorancia o quizá por dejadez no valoraba. Alzó la vista al cielo. Volvía a ser azul, tras una (para él) horrible temporada en la que hacía tiempo que no lo veía, pues estaba cubierto por una capa gris plomiza de nubes amenazando lluvia.

Y entonces recordó.

El olor de la tierra mojada.

Recuerdos...

Sonrió y pensó que al fin y al cabo no todo era tan malo como pensaba.

Y siguió andando. Pasó por un parque y los recuerdos volvieron a llenarle. Largas tardes de sol, cuando era pequeño. Sin preocupaciones. Sin ataduras. La madurez no solo traía consigo buenos momentos; también dejaba atrás la feliz ingenuidad de la niñez. Pero había que seguir adelante.

No todo podía ser bueno.

Siempre quedarán los recuerdos.


Ya casi había llegado a su destino. No hacia falta que mirara hacía la esquina. Ya sabía lo que iba a encontrar. Dos ojos verdes lo miraban con la misma pasión que lo habían mirado casi un año atrás por primera vez. Él conocía su olor. Ella conocía su mirada.
Alzó la vista y la miró a los ojos. “Tan guapa como siempre” pensó. Notaba el corazón. Notaba ese cosquilleo característico en el estómago que anunciaba lo que tantas veces había sentido. Sin pensárselo dos veces, se lanzó a sus brazos y buscó su boca.

Felicidad.

Completa.

Diferente.

Era Amor.


Esa era la mayor valoración de felicidad que podía hacer. Sentir que quería y era correspondido encendió en su alma la llama de la felicidad que superaba todas las posibles. El tiempo se paró y sus respiraciones se cortaron. Ese momento era suyo.
Eran uno.


Capítulo tercero

Sentado en el sillón, mirando por la ventana.

Los años habían pasado, y se encontraba solo. Habían sido muchas experiencias, buenas y malas, pero siempre había sabido ver el lado bueno a la vida. Reflexionaba sobre que hubiera pasado si él no hubiera sabido ver el mejor lado de la vida, cuando a veces se ve tan negra que buscar la luz es tan difícil como dibujar una sonrisa en tu cara cuando lo único que deseas es acabar con todo. Afortunadamente, tenía demasiadas luces en su vida como para acabar sumido en la oscuridad del alma. Pensó en todas aquellas personas que quería: sus hijas, su perro, sus amigos,... Y decidió que si solo uno de ellos le hubiera faltado, no habría sido lo mismo.

Ya empezaba a divagar, como siempre.


Es la vejez, que nos hace ser más sabios.

Ya no sentía los favores de la vida como antes.

Su oído dejaba bastante que desear y su vista tampoco le proporcionaba lo que quería.

Pero tenía sus recuerdos.

Guardaba en su alma todos esos momento que había dejado atrás, lo que significaba el escuchar la voz de un amigo, tocar el suave tacto de una superficie conocida, oler el característico perfume de cada uno a quien estimas, y ver aquellos ojos que tanto echaba de menos... Aquellos ojos se clavaron en su corazón, y su ausencia hizo sangrar heridas que ya parecían cicatrizadas.

Sus ojos se anegaron de lágrimas.

Volvía a notar la oscuridad.

Pero sus recuerdos eran su luz.


Decidió salir a dar un paseo, a respirar un poco de aire fresco. Realizó esa especie de ritual que estaba acostumbrado desde muy joven: se paró, y notó el aire frío punzante en su cara. Sintió frío por todo su cuerpo, pero, de repente, se dio cuenta de que había algo más en ese ambiente: respiró profundo y el ya conocido olor a tierra mojada invadió su alma. Y entonces, se sintió completo.


Primero una rodilla, y luego la otra. Casi sin sentirlo, se desplomó. Ya en el suelo, noto el frío del asfalta colándose por todos sus poros, y la lluvia cayendo sobre el. Vio el cielo estrellado sobre su cabeza, cerró los ojos, y durmió.

Le vi levantarse del asfalto sin ningún tipo de dificultad, y por primera vez me miró a los ojos. Sabía que pasaba. Se acercó a mí y le tendí la mano. Nunca miró atrás.



Su alma brillaba con la luz de sus recuerdos.